Las cuentas económicas de la administración pública, de una empresa, de una ONG, etc., aunque pueden estar más o menos claras según intereses, no acaban de estarlo del todo y siempre esconden rincones, lados oscuros que a más de uno le provocarían la caída de los pelos de la cabeza.
Son comunes los desfalcos, los desvíos de fondos, el engrose de presupuestos... Con toda seguridad, fruto de la codicia humana, que en estos tiempos acaba contagiando cada vez a mayor número de personas. Conociendo pues esta faceta de los seres humanos, por muy altruistas o solidarias que sean otras muchas personas; por mucho que unos sean conformistas y compartan lo que tienen, a modo de vacuna que evite esta posibilidad de contagio, se define en las líneas de trabajo del proyecto la TRASPARENCIA TOTAL, en cuanto a información y cuentas económicas pueda referirse.
Toda esta información ha de quedar en todo momento visible, de forma pública y actualizada, para que se conozca cada movimiento y su procedencia, por pequeño que sea, invitando así a la HONRADEZ y a la CLARIDAD, que realmente facilitan confianza en estos tiempos en los que muchos apelan a la solidaridad y acaban nutriéndose de ella gracias a la voluntad de unas personas y las carencias de otras.